viernes, 3 de julio de 2015

Una portátil con baterías de hidrógeno

Se presume que las ba- terías con células com- bustibles de hidrógeno deberían ser más ligeras que las de iones de litio, y su funcionamiento con- sistiría en explotar la reacción química que se produce entre el hidrógeno y el oxígeno cuando entran en contacto, produciendo electricidad.

Cuando hablamos de tecnologías que intentan mejorar la autonomía de nuestros dispositivos, nos encontramos con el hidrógeno como una de las soluciones de futuro. Nos hemos acostumbrado a hablar sobre ella como una de las alternativas en el mundo de los coches, con ejemplos bien reconocidos por parte de Honda o Toyota.

No encontramos la misma puesta en práctica en gadgets, pero tenemos constancia de patentes que recogen la posibilidad, y algún que otro accesorio que ha ido apareciendo en el mercado - Upp - sin demasiado éxito y mucho camino por recorrer. La empresa encargada de desarrollarlo es la británica Intelligent Energy, que también piensa en la forma de llevar la tecnología a ordenadores portátiles.

No os vamos a hablar de la necesidad de tener alternativas energéticas en dispositivos móviles, es un hecho necesario en el primer mundo, y mucho más importante en zonas donde es muy difícil acceder a recursos, especialmente en África. Un portátil con baterías de hidrógeno, como la que se están desarrollando en coches, sería bienvenido.

Upp, su primer accesorio
No todo es tan verde, el dióxido de carbono que no emite en la generación de energía se escapa por las chimeneas de las plantas de producción de las pilas de combustible

El estado actual de su desarrollo es el que hemos podido ver en el accesorio Upp, como una batería adicional que ha sido probada en Nigeria y Reino Unido, y pronto llegará a India.

El paso siguiente es integrar la tecnología en dispositivos, para olvidarnos del cable de corriente y los tiempos de recarga. Los usuarios tendrían que llevar encima las baterías suplementarias para una sustitución, en lugar de una fuente de alimentación típica.

Se presume que las baterías con células combustibles de hidrógeno deberían ser más ligeras que las de iones de litio, y su funcionamiento consistiría en explotar la reacción química que se produce entre el hidrógeno y el oxígeno cuando entran en contacto, produciendo electricidad. El único residuo que obtendremos es agua, algo que también habría que saber gestionar en un dispositivo comercial.

La compañía tiene intención de tener un portátil y un teléfono con su tecnología de baterías lista en algún momento de 2017, o 2018. Otro episodio más en el esperanzador mundo de las alternativas energéticas y su puesta en práctica real, apuntaremos en el calendario las fechas, y ya veremos en qué queda todo esto.
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