jueves, 16 de abril de 2015

Investigadores chinos crean un revolucionario algodón resistente al fuego y al agua

Los investigadores informan que el material también se autorrepara mediante la adición de una segunda capa de moléculas hidrofóbicas cuando la primera capa se daña: el aire se filtra y el agua hace que las moléculas de la segunda capa llenen los vacíos en la primera capa.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Jilin, en China, ha desarrollado un recubrimiento de triple capa que protege el algodón del agua y el fuego y se limpia fácilmente.

En su artículo publicado en ACS Nano, Shanshan Chen, Xiang Li, Yang Li y Sun Junqi describen cómo buscando una manera de hacer materiales retardantes del fuego más duraderos, dieron con una idea que también hizo tales materiales resistentes al agua.

El problema con muchos recubrimientos retardantes de fuego, señalan los investigadores, es que el uso prolongado o los lavados repetidos tienden a reducir la eficacia del recubrimiento. Se preguntaban si la adición de una capa resistente al agua puede ayudar a hacer que un retardante dure más tiempo.

Para averiguarlo, comenzaron sumergiendo una tira de algodón en polietilenimina, un polímero que se utiliza comúnmente como un agente de unión. Después tiñeron la misma tira en una tina de polifosfato de amonio, que se usa comúnmente como un retardante de llama. Luego tiñeron la misma tira en una solución que consta de silsesquioxano y etanol, que cuando se mezcla tiende a ser hidrófobo.

Posteriormente, el equipo probó el material para ver si los revestimientos trabajarían como esperaban. Colgaron la tira y luego prendieron fuego en su base, la tira no tratada rápidamente quedó reducida a cenizas. La tira tratada por el contrario se quemó unos pocos segundos en la base y luego se apagó.

El equipo explica que el retardante del fuego trabaja por la hinchazón cuando se calienta, lo que provoca un gas que impide que el fuego reciban oxígeno. Las obras de revestimiento hidrófobo actúa de una manera similar a las plumas de pato, ya que el agua es repelido en la nanoescala mediante una base porosa.

Para averiguar si su revestimiento podría soportar el desgaste normal, el equipo sometió tiras tratadas con plasma de O2 y las sometió a frotación mecánica mil veces. Después seguía siendo resistente al fuego y al agua.

Los investigadores informan que el material también se autorreparó mediante la adición de una segunda capa de moléculas hidrofóbicas cuando la primera capa se daña: el aire se filtra y el agua hace que las moléculas de la segunda capa llenen los vacíos en la primera capa.



EP - INNOVAticias

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