lunes, 26 de enero de 2015

Algunos pilotos de avión podrían estar expuestos a niveles de radiación como los de las cabinas de rayos UVA

A juzgar por las conclusiones del estudio realizado por el equipo internacional de la Dra. Martina Sanlorenzo, de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, algunos pilotos de aviación podrían estar expuestos a niveles de radiación parecidos a los que se reciben dentro de una cama o cabina de rayos ultravioleta A (rayos UV-A o UVA) para bronceado. Como es bien sabido, demasiado tiempo dentro de una de esas cabinas de bronceado es peligroso para la salud. Un exceso de radiación UVA puede causar no solo quemaduras solares sino también daños en el ADN de las células que en algunos casos pueden conducir al melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel.

El motivo de que algunos pilotos puedan estar expuestos durante el vuelo a niveles de radiación similares a esos se debe, por un lado, a la mayor incidencia de rayos ultravioleta a gran altura y, por otro, a que las cabinas de ciertos aviones cuentan con parabrisas que no bloquean completamente la radiación UVA, según las conclusiones de la Dra. Sanlorenzo y sus colaboradores.

Los parabrisas de bastantes aviones están a menudo hechos de plástico de policarbonato o de cristal compuesto multicapa.

El equipo de la Dra. Sanlorenzo midió la cantidad de radiación ultravioleta en las cabinas de mando de aviones durante los vuelos, y compararon estas mediciones con otras tomadas en cabinas de bronceado. La radiación se midió en el asiento del piloto de aviones con turbohélice dedicados a aviación general. Las mediciones se hicieron a través del parabrisas de plástico acrílico a ras de suelo y a varias altitudes sobre el nivel del mar. Las exposiciones al sol se midieron en San José de California, y en Las Vegas, alrededor del mediodía en abril.

Los hallazgos muestran que los pilotos que vuelen durante 56,6 minutos a 30.000 pies (unos 9 kilómetros) recibirán la misma cantidad de radiación que la procedente de una sesión de 20 minutos en cabina de bronceado. Los autores del estudio temen que los niveles puedan ser incluso superiores cuando los pilotos vuelan por encima de nubes espesas y áreas nevadas, que pueden reflejar con más eficiencia la radiación ultravioleta.

En palabras de los autores del estudio, los parabrisas de aviones como el analizado no bloquean por completo la radiación UVA y por tanto no protegen suficientemente a los pilotos. La transmisión hacia el interior de los aviones de dicha radiación puede contribuir en los pilotos a elevar su riesgo de padecer melanoma, según valora el equipo de la Dra. Sanlorenzo. Estos científicos también recomiendan vehementemente la utilización de cremas de protección solar y chequeos médicos periódicos de la piel para los pilotos y el resto de la tripulación de la cabina de mando. (NCYT)

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