lunes, 25 de agosto de 2014

La inmensa energía eólica disponible a partir de un kilómetro y medio de altitud

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Un mapa mensual de velocidades del viento en el mundo. (Imagen: Archer, C.L., L.
 Delle Monache,  y D.L. Rife, 2014: Airborne wind energy: Optimal locations and 
variability. Renewable Energy, 64, 180-186, DOI: 10.1016/j.renene.2013.10.044.)

Los resultados de una investigación reciente indican que a una altitud de entre 1,5 y 3 kilómetros (entre 2 y 3 millas aproximadamente) hay energía suficiente para hacer de la eólica una fuente capaz de satisfacer a toda la demanda mundial de electricidad. Estos resultados respaldan las conclusiones de algunos estudios previos y aumentan el interés hacia las turbinas eólicas flotantes, llamativos aerogeneradores, aún muy minoritarios, que a bordo de globos atados a tierra aprovechan los fuertes vientos existentes a una altitud mayor que la alcanzada por las cimas de las torres eólicas más altas. Otro soporte potencial para tan singulares turbinas es comparable a un aerodeslizador (ala delta) adaptado.

Aunque aún hay importantes retos logísticos a superar antes de que la energía eólica de gran altitud se pueda aprovechar a gran escala, el equipo de Luca Delle Monache, del Centro Nacional estadounidense para la Investigación Atmosférica (NCAR) en Boulder, Colorado, Cristina Archer, de la Universidad de Delaware en el mismo país, y Daran Rife, de la empresa DNV GL, fundada en Noruega, ha empezado a examinar dónde se hallan los vientos más fuertes y cuánta electricidad serían capaces de generar.

Su hallazgo principal: Si a los vientos que soplan cerca de la superficie, les sumamos los que lo hacen hasta una altitud de 3.000 metros (casi 10.000 pies), el conjunto total de fuerzas eólicas parece ofrecer el potencial de generar más de 7,5 teravatios, más del triple de la demanda media global de electricidad (2,4 teravatios en 2012). Entre las áreas donde tales vientos son más fuertes se hallan las Grandes Llanuras de la región central de Estados Unidos, las regiones costeras a lo largo del Cuerno de África, y grandes extensiones en los sectores tropicales de océanos.

Este tipo de investigaciones podría resultar crucial si la energía eólica de gran altitud acaba despegando. Este sector industrial es aún pequeño, pero crece rápido, contando ya con más de 20 nuevas empresas en el mundo, que exploran varios diseños para aparatos que podrían ser amarrados mediante cables a estaciones terrestres y después elevados o bajados para capturar los vientos más adecuados en cualquier momento dado.

Desde el punto de vista de la ingeniería, se trata de un reto muy difícil, pero podría incrementar de manera espectacular el uso de energías renovables en el mundo. (NCYT)

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