domingo, 20 de julio de 2014

Tu móvil controlará cuándo estás en la oficina

Un dispositivo que contiene una
baliza iBeacon junto aplicación
Robin para 'smartphone'.
El sistema sigue a sus empleados por la oficina usando balizas sensoras inalámbricas
POR SUZANNE JACOBS TRADUCIDO POR LÍA MOYA

En la oficina del futuro, al entrar en una sala te estarás registrando automáticamente. Eso es lo que cree el director ejecutivo y cofundador de la start-up Robin Sam Dunn. La empresa usa sensores inalámbricos para hacer que las estancias de un edificio sepan quién está en ellas, y que los empleados sepan exactamente dónde están sus compañeros de trabajo.

Con el software de Robin, cuando un empleado entra en una sala, su smartphone avisa a un transmisor inalámbrico usando Bluetooth LE. Así pueden compartir determinada información predefinida con los compañeros, que puede ser distinta para una sala de reuniones que para una cocina, por ejemplo. Cuando alguien entre en una reunión el resto de las personas sentadas a la mesa podrían tener acceso automático a su nombre, identidad en Twitter, perfil de LinkedIn y quizá una presentación compartida en Dropbox. Actualmente el sistema funciona con iBeacons, los sensores en red inalámbricos desarrollados por Apple para avisar a los dispositivos con sistema operativo iOS y algunos dispositivos Bluetooth LE de cuándo están en un lugar concreto.

De momento el sistema de Robin se ha instalado en un número limitado de localizaciones piloto. News Corp, la empresa editora, lo usa en su planta ejecutiva en Nueva York (EEUU) para reservar salas y despachos; un puñado de espacios de trabajo compartidos en todo el país lo usan para hacer un seguimiento del uso de las salas y de su disponibilidad.

Pero Robin no es el único grupo que experimenta con este tipo de balizas. La profesora adjunta de ingeniería civil y medioambiental de la Universidad del Sur de California (EEUU),Burcin Becerik-Gerber, ha hecho trabajos parecidos en su laboratorio, aunque su interés principal ha sido el de seguir a bomberos y víctimas en edificios en llamas, y mejorar la eficiencia energética en edificios de oficinas identificando salas vacías.

Becerik-Gerber señala que existe un problema evidente de privacidad en el hecho de seguir a la gente, pero que las personas ya dan voluntariamente tanta información sobre sí mismas que podría no importarles.
El equipo de Robin reconoce que existe ese problema de privacidad, pero Dunn no cree que sea grave. Compara tener un perfil Robin y entrar en un edificio con tener un perfil de Facebok y unirte a un grupo. (MIT)

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