miércoles, 13 de noviembre de 2013

OMS insta a eliminar gradualmente los termómetros y dispositivos que contengan mercurio para 2020

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la organización Salud sin Daño han aunado esfuerzos para poner en marcha una nueva iniciativa destinada a eliminar el mercurio de todos los dispositivos médicos de medición de aquí a 2020.

En la iniciativa Atención de Salud sin Mercurio para 2020, presentada hoy para marcar la firma del Convenio de Minamata sobre el Mercurio, se insta a eliminar gradualmente los termómetros y los dispositivos de medición de la presión arterial que contienen mercurio. Este objetivo se logrará dejando de fabricar, importar y exportar esos dispositivos y respaldando el empleo de otros aparatos precisos, asequibles y seguros exentos de mercurio.

El mercurio y sus diversos compuestos constituyen un importante problema de salud pública a nivel mundial y tienen una serie de efectos graves en la salud, como daños cerebrales y neurológicos, sobre todo entre los jóvenes. También pueden provocar daños en los riñones y en el aparato digestivo.
Convenio de Minamata sobre el Mercurio

Aunque el Convenio de Minamata autoriza a los países a seguir empleando mercurio en los dispositivos médicos de medición hasta 2030 en circunstancias especiales, la OMS y la organización no gubernamental Salud sin Daño consideran que los efectos negativos que puede tener el mercurio en la salud son tan graves que todos debemos hacer lo posible por respetar la principal fecha fijada en el Convenio, esto es, 2020.

«Con la firma del Convenio de Minamata sobre el Mercurio daremos un gran paso en lo que se refiere a proteger al mundo de forma definitiva de las devastadoras consecuencias del mercurio en la salud», ha afirmado la Directora General de la OMS, Dra. Margaret Chan. «El mercurio es una de las diez sustancias químicas que plantean mayores problemas para la salud pública; se trata de una sustancia que se dispersa en los ecosistemas y permanece en ellos durante generaciones, y que provoca graves problemas de salud y deterioro intelectual a las poblaciones expuestas a él».
Orientación a los países

El Convenio proporciona orientación a los países para que adopten medidas destinadas a eliminar las formas más nocivas de utilización del mercurio, reducir las emisiones de mercurio procedentes de la industria, promover métodos exentos de mercurio, proteger a los niños y las mujeres en edad de procrear de la exposición al mercurio y mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores.

«La OMS se ocupará de las cuestiones más preocupantes relacionadas con la exposición al mercurio, y trabajaremos con los gobiernos para que puedan cumplir las obligaciones que les incumben en virtud del Convenio, en particular en el ámbito de la atención de salud», ha señalado la Dra. María Neira, Directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente. «Para ello es necesario eliminar gradualmente los termómetros y esfigmomanómetros de mercurio en la atención de salud, según se prevé en la iniciativa Atención de Salud sin Mercurio para 2020.»

La OMS y sus asociados del sector de la salud colaborarán asimismo para:
eliminar gradualmente los antisépticos tópicos y los cosméticos para aclarar la piel que contienen mercurio;
formular estrategias de salud pública para responder a los efectos negativos del empleo de mercurio en la minería aurífera artesanal y en pequeña escala;
establecer medidas para eliminar gradualmente el empleo de amalgama dental;
fomentar el intercambio de información sanitaria, la sensibilización del público y la investigación en el ámbito de la salud.

El mercurio es tóxico para la salud humana y entraña en particular riesgos para el desarrollo del feto y el niño al comienzo de su vida.

Fuente: OMS

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