jueves, 17 de octubre de 2013

Los tuits han encogido desde 2009

Los microblogs más cortos han experimentado una disminución de su longitud de ocho a cinco palabras de media, según una investigación. Este efecto podría deberse al desarrollo de una jerga común

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En los viejos tiempos, digamos que en 2009, Twitter era una red social relativamente desconocida que empezaba a propagarse como la pólvora. Antes de eso, hacia el año 2007 los usuarios de Twitter subían unos 400.000 tuits cada trimestre, para junio de 2010 la cifra había pasado a ser 65 millones de tuits diarios. En la actualidad hay unos 200 millones de usuarios registrados que envían, entre todos, unos 400 millones de tuits diarios.
En este breve periodo de tiempo Twitter ha conseguido tanta popularidad que su argot técnico ha entrado en el lenguaje común. Palabras como #etiqueta y @nombre nos habrían parecido incoherencias hace apenas unos años. Sin embargo ahora, hasta el Diccionario Oxford reconoce la voz inglesa del verbo tuitear.

Cada vez aparecen nuevas pruebas de que es posible que Twitter esté teniendo un impacto aún más profundo en cómo nos comunicamos. Dos investigadores de la Universidad de Filipinas, Christian Alis y May Lim, afirmara que los tuits han encogido drásticamenteque entre 2009 y 2012. Sus resultados se basan en el análisis de cómo ha cambiado la longitud de estos microblogs a lo largo de este periodo. Ambos sostienen, casi con certeza, que "la gente se está comunicando con menos palabras, y palabras más cortas", porque todos estamos usando la jerga con más eficiencia.

También han estudiado cómo la longitud de los tuits varía de estado a estado a lo largo de la geografía estadounidense. Estos cambios han sido correlacionados con varias estadísticas socioeconómicas de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Los resultados son sorprendentes.

Para empezar, un poco más de información sobre el estudio, que se basó en 229 millones de tuits publicados entre el 18 de septiembre de 2009 y el 14 de diciembre de 2012. A continuación se relacionó su longitud con su fecha de publicación.

Los datos son interesantes. La distribución de la longitud de los tuits tiene dos picos. Uno está cerca del límite de los 140 caracteres para tuits, que Ellis y Lim interpretan como un límite obligado. En otras palabras, un tuitero no puede enviar mensajes más largos, aunque quiera, y se ve obligado a acabar sus mensajes al llegar a este largo.

El segundo pico es el que varía a lo largo del tiempo. Entre noviembre de 2009 y diciembre de 2012, Alis y Lim afirman que la media de palabras usadas para comunicarse se redujo de 8 a 5.
Este acortamiento de los mensajes es un fenómeno global que es válido para toda la serie de datos, para los tuits en inglés, e incluso si se eliminan todos los enlaces.

En octubre de 2011 Twitter introdujo un algoritmo para acortar enlaces que convierte todas las URLs en direcciones de 20 caracteres. Esto produce un repunte en las palabras de 20 caracteres, pero no cambia la tendencia hacia tuits más cortos.

Una vez hallado este curioso efecto de acortamiento, Alis y Lim se preguntaron cuál podía ser la causa. "Parece que el acortamiento puede explicarse por un aumento en la cantidad de jerga usada", afirman.
Y eso es significativo porque implica que los usuarios de Twitter se están segregando en grupos que se definen bajo el paraguas de una jerga común.

En una vuelta de tuerca curiosa, Alis y Lim también han estudiado el subconjunto de 800.000 tuits geoetiquetados con algún estado de Estados Unidos. Afirman que la cifra de tuits de cada estado está fuertemente correlacionada con la población de ese estado según el censo de 2010.

Al hacer un mapa de la longitud de los mensajes sobre un mapa de Estados Unidos, aparece una tendencia geográfica evidente, "los estados el este y el sudeste de Estados unidos tienden a tener mensajes más cortos", explican los investigadores, aunque los motivos no están claros.

Alis y Lim siguen buscando correlaciones con otras 51 variables medidas en el censo de 2010 y que ahora están publicadas on line. Estos son factores como "el porcentaje de personas mayores de 25 años con educación secundaria o superior de 2007 a 2011", " el porcentaje de viviendas ocupadas en régimen de propiedad del total de viviendas de 2007 a 2011", y "el porcentaje de población negra residente en 2011".

Resulta que la única variable que tiene una correlación fuerte con los mensajes más cortos es el porcentaje de población negra. No está claro por qué esto es así, pero Alis y Lim sugieren que existen pruebas de que la población negra usa Twitter significativamente más que otros grupos, por lo que la jerga quizá sea más común en este grupo.
Evidentemente, la correlación no implica causalidad. Una forma de estudiarlo en mayor detalle sería examinar el contenido de los tuits, pero Alis y Lim afirman que eso va más allá del alcance de su estudio.

Lo interesante de este trabajo es que las conversaciones reflejan las normas existentes de un idioma. Así pues, cualquier prueba de que ha habido cambios es significativa. Quizá resulta que todos estamos usando mucha más jerga en nuestros tuits y eso representa un cambio fundamental en cómo nos comunicamos. O quizá solo estamos aprendiendo a usar Twitter más eficazmente. A determinados niveles, puede que esas dos cosas sean incluso equivalentes.
Ref: arxiv.org/abs/1310.2479: Variación Espacio-Temporal de la Longitud de las Conversaciones en Twitter

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